jueves, 28 de enero de 2010

LECTURAS URBANAS. Semiología y Ciudad

Por: Álvaro Ospino Valiente


Escenarios urbanos entendidos como lugares de constitución de lo simbólico
y puesta en escena de la ritualidad ciudadana, producción y recreación
de una cultura en la que participan los grupos y los individuos como actores
mediante su actividad de selección y reconocimiento.
Jesús Martín-Barbero



PRESENTACION

En nuestros días se diserta en la ciudad para canalizar el turismo internacional. Excepto las acciones del proyecto del muelle para crucero y el transporte en cable como parte de la infraestructura para esta nueva condición urbana, no hay signos de recuperar nuestro potencial cultural e histórico como propósito ideal en la implementación de Santa Marta como Distrito Turístico, Cultural e Histórico. Mientras que en otros países que basan su economía en el turismo, invierten en proyectos con limitados recursos culturales que son aprovechados al máximo, nosotros con una riqueza cultural e histórica tangible para explotar, pretendemos seguir con la idea de concentrarnos solo en el turismo de sol y playa. Hoy día, hay signos de valoración con algunos trabajos de investigación entorno al rescate de nuestra memoria histórica que pueden ser aprovechados para implementar esta estrategia. Por otro lado, la recuperación de su patrimonio arquitectónico y urbano sienta sus esperanzas con la elaboración del Plan Maestro para la Recuperación del Centro Histórico que según lo demostrado a la fecha, se resume a un plan de obras, sin tener en cuenta en el componente social y cultural.

La puesta en valor y reanimación de nuestro conjunto histórico debe arrancar con una aproximación de sacarle el mayor provecho al recurso histórico repletos de hitos que bien manejados se traducirían en nuevos atractivos. La materialización de esta iniciativa permitiría una nueva lectura a su legado histórico y el redescubrir con elementos de lenguaje arquitectónico hasta el momento ignorados. A partir de estas acciones podríamos diseñar nuevos recorridos turísticos, que entrarían a reforzar la oferta turística de la ciudad, estos circuitos deberán acompañarse con una clara señalización urbana donde se resuma cada aspecto recorrido, acompañado con un material gráfico informativo y publicitario, colocados en los sitios que tienen más contactos con los turistas como hoteles, restaurantes, agencias de viajes, supermercados, almacenes, etc.

Nuestra tierra también tiene una historia oculta construida desde la dominación española hasta nuestros días, llenas de acontecimientos sobre ataques de piratas, teatro de guerra civiles, leyendas de tesoros ocultos, naufragios de galeones, milagros de sus santos protectores, chismes parroquiales y sucesos curiosos de sus personalidades; que hoy constituyen noticias históricas de perfiles inverosímiles. La experiencia observada en los países europeos donde las tradiciones, son motivos de eventos anuales que le dan la vuelta al mundo a través de la televisión, nos obliga a revalorar nuestra historia y tradición cultural, como elementos válidos para una política de turismo cultural; complemento de nuestras bellezas naturales; donde la recreación escénica se constituya en un atractivo turístico. La presente propuesta está conformada por dos ejes temáticos que corresponden a nuevas rutas culturales para la ciudad, la primera para ejecutar en el año 2006 es el diseño del circuito Santa Marta: Plaza Atrincherada, 1860 y la segunda para implementar en el 2007, Santa Marta Real: Acervo Informativo de Reanimación Urbana.


La Ruta Cultural: Santa Marta Plaza Atrincherada, 1860
El Registro Histórico
La ciudad de Santa Marta se constituyó en plaza de guerra en dos ocasiones en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la nueva república se configuraba en medio de un estado de convulsión, alimentado por enfrentamientos partidistas, la lucha por el poder, los derrocamientos y las destituciones, que se derivarían en muchas guerras civiles. La más cruel vivida en esta ciudad, fue la ocurrida entre el 23 de noviembre y el 14 de diciembre de 1860, por parte de los conservadores oficialistas que defendían el centralismo y los liberales que apoyaban el federalismo; surgida por el cambio de constitución que le dio el nombre al país de Confederación Granadina en la presidencia del conservador Mariano Ospina Rodríguez, que quiso ignorar. Por los primeros estaban el general Julio Arboleda a cargo de la plaza, quien acababa de recibir instrucción militar en la Escuela Politécnica de París; actuaba como Jefe del Centralismo en la Costa y entre sus subalternos el coronel Primo Feliciano Madero. Los sitiadores estaban al comando de los generales Fernando Sánchez y Gabriel Vega, donde se habían alistado muchos samarios.

Santa Marta fue atrincherada por sacos de henchidos de arena y artillada en cada una de sus boca-calles, francotiradores fueron parapetados en los techos de azotea de los inmuebles altos donde muchos cuerpos quedaron tendidos. Los dos campamentos estaban dominados por la torre de la Catedral y la azotea del San Juan de Dios, hacia el mar la trinchera en la escueta batería Santa Bárbara. El cruce de fuego se inició en la calle del Pozo y la calle de la Cruz, impidiendo el acceso del enemigo, obligándolos a emplear el sistema de sangre y fuego con el resultado de la destrucción de gran numerosos de edificios. Entre la brega del combate los sitiadores ocuparon la sacristía de la Catedral, desatándose un cruce de fuego que generó un incendio interior consumiéndose el altar mayor con las llamas. No hubo edificio que no haya escapado a la obra devastadora de los cañones y demás armas, muchos fueron los inmuebles minados, claves para el control de la plaza, como la casa de la familia Granados Munive en ese entonces una de las mejores de la ciudad –donde hoy lo ocupa el edificio del Concejo Distrital-, volada por una explosión porque era fundamental para batir el fuego a los francotiradores de la Catedral. Lo mismo sucedió con las casas de los señores Pedro Sales y Manuel Abello, que no alcanzaron a ser detonadas. El general Arboleda en su huída dejó más de 1.600 fusiles, 300 quintales de pólvora, 100 quintales de plomo, 1 goleta, 8 bongos de guerra, 30 piezas de artillería y más de 500 uniformes. Después de 21 días de combate, el panorama de Santa Marta era desolador, montones de cadáveres, viudas desconsoladas, miseria, familias enteras en la orfandad; escombros, ruinas y manchas de sangre, testimoniaban la absurda guerra.


El Corredor Museográfico Urbano del Callejón de Pedro Sales
La semiótica o semiología es la ciencia que trata de los sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas. La semiótica puede ser entendida como la teoría general de los signos, o de los lenguajes en cuanto sistema de signos. Trata de la significación de los objetos, es decir, percibe a los objetos como signos dentro de un sistema estructurado.
La ciudad de Santa Marta tiene una alta carga de contenido emblemático de herencia cívica, que es un mecanismo didáctico y de finalidad educativa. Es una fuente visual de la cultura, que se establece como la posibilidad de una teoría e historia urbana capaz de normalizar su futuro.

Lecturas Urbanas consiste en implementar la semiología y el significado del lenguaje simbólico como instrumento para la recuperación de la memoria histórica, la reafirmación del sentido de pertenencia y la creación de una nueva oferta para el turismo cultural, un valor agregado como representación de identidad. El laboratorio urbano Santa Marta: Plaza Atrincherada, 1860 centra su significado simbólico en las réplicas de cañones o artillería, fabricados en concreto aligerado, asomados en las azoteas de las casas altas señaladas en el registro histórico, a lo largo del callejón de la carrera cuarta desde la calle del Pozo (18) hasta la plaza de San Francisco y Plaza de Bolívar; complementados con una señalización informativa en cada sitio con placas de porcelana y un material gráfico que complemente detalladamente la lectura urbana. La colocación estratégica de estas piezas museográficas revela una página de la historia de la ciudad, son propicias para recrear el ambiente de este corredor histórico a propios y extraños.
Edificios Estratégicos Artillados:

Calles y edificaciones
Calle Colón (Santa Rita) Hospital San Juan de Dios
Calle del Pozo: Casa de Concepción V. de
Echevarria
Casa de Manuel Abello
Calle Grande: Casa de Madame Agustine
Calle Santo Domingo: Casa de la familia Granados Munive (Concejo Distrital)
Catedral Basílica Menor (torre)
Calle de la Acequia: Casa de los Alzamora (Metroagua)
Calle de la Cárcel: Edifico de Gobierno (Alcaldía)
Calle San Francisco: Casa de Camilo Barreneche
Casa de Carmen Noguera
Casa de Mateo Sabbatino
Casa de Luís Bermúdez
Calle de la Cruz: Casa de Juan de Dios Espinoza
Casa de Bartolo Magri (después de Francisco DiazGranados)
Callejón de Pedro Sales: Casa de Pedro Sales
Callejón del Seminario: Edificio del Seminario Conciliar

El emplazamiento de las piezas museográficas se determinará previo estudio de la perspectiva visual y la imaginaria correlación del fuego de la artillería. La información histórica consignada en las placas ubicadas en durante el recorrido, se extraerá del barrido notarial en el Archivo Histórico del Magdalena y la reconstrucción de la vinculación de cada familia en la contienda bélica.

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